martes, 27 de septiembre de 2016

Creme Delacreme



Aquí sigo, en mi empeño de sobrevivir como vegana en restaurantes chic, con glamour, elegancia o todo junto.
¿Y que necesidad tienes, Miss A, de complicarte tanto la vida? Os preguntaréis. 
Y eso mismo me pregunto yo, con lo fácil que sería ir a restaurantes vegetarianos.
Sí, sería mucho más fácil, pero también bastante aburrido, y desde luego Miss A aburrida pierde mucho interés, encanto y sin duda, ganas de escribir.
¡Lo que me motiva a mi un reto! 

Hay un sitio que en Justicia, el barrio, y por justicia, excelente, merece un Dolce Far Niente por todo lo alto.
Es poco Vegan pero es tan Dolce Far Niente que suple el Vegan con creces.

Y una vez más hablo de mi querido Alfonso, mi gran amigo que tanto cuida el que yo coma a gusto y rico a la par que vegano y sin que mi conciencia sufra ni un miajita.

Una noche de mucha charla y hambre, nos fuimos a este Creme Delacreme, sito en la Calle Santo Tomé número 6, dispuestos a saciar ambas emociones con el arte de la oratoria maridado con una cena mediterraneamente sana; la charla fue animadísima arreglando el mundo de la construcción y el interiorismo, la cena, puro creme dela creme.



Ya sabéis,  no voy a contar lo que podéis leer muy bien documentado en la web del restaurante, Creme Delacreme 
Podéis echar un vistazo también a multitud de referentes bloqueros y blogueriles hablando sobre este fantástico restaurante, curioso, todo lo que he leído huele a lo mismo... Por esta y por otras razones mucho más personales, es por lo que me niego a hablar de cómo es cada restaurante o qué comer como recomendación, para decir lo obvio, ya están los otros, Miss A y yo sólo hablamos de experiencias. 

Total, que nos dispusimos con carta en mano, a ver con que platicos saboreábamos la noche.
No fue fácil... Bueno sí, en realidad, fue fácil... En la carta no encontré un sólo plato ni medio libre de animalitos o derivados así que, cerré el librillo que enumeraba el menú y pregunté si me podían hacer algo, lo que quisieran, cuyos ingredientes estuvieran libres de maltrato animal.
¡Sorpresa! El delicadísimo trato con el que fuimos tratados Alfonso y yo desde que cruzamos el zaguán de entrada, se convirtió en puro corazón. 
Por primera vez desde que he decidido dejar de decir que soy alérgica a ciertos alimentos y sencillamente digo que no como animales, Mónica, Alma de este Creme Delacreme, sonrió y me dijo  con una amabilidad extrema que sabía que en el menú había poca opción vegetariana, que era una asignatura pendiente a la que debían aplicase.

Lo reconozco, en cuanto una persona se dirige a mi con educación y pulcra amabilidad, me derrito viva, soy una mujer fácil :-) 
Si a esto unimos que Mónica es una mujer bellísima de gran elegancia y saber estar natural, pues me tienen ganada hasta la muerte en este Creme Delacreme
¡Y encima tiene detalles turquesas y juegos de tazas de porcelana antigua en la decoración! 
No se puede pedir más. 


Nos quedamos en que yo estaba medio derretida al advertir respeto y complicidad al expresar mi complicada dieta... 
Mónica me indicó qué platos de la casa podían hacerme para que pudiera comer tranquila. La elección fue:
- un delicioso salmorejo al que ellos añaden helado de mora y que yo disfruté sin ese aderezo.
- arroz con verduras apto para protagonizar un top de arroces verdes sin absolutamente nada que envidiar a ningún arroz de otro tipo.

En este momento hago un añadido a mitad de post. Este viernes pasado volví a  Creme Delacreme con unos buenos amigos y el arroz verde fue mi elección sin dudarlo, de entrada, un gazpacho verde de tomate verde y perejil verde, deliciosamente verde. 
Si sigo así, al final Miss A será Miss V. 

De las opciones de toda la vida de Dios, por lo que intuí, los pescados se llevan la corona laureada, pero también se puede elegir diferentes platos con carnes, seguramente todos perfectos, pero, no es mi cometido sugerir propuestas culinarias y mucho menos si contienen animales, eso sí, Mónica me asegura que en breve van a cambiar la carta introduciendo varias opciones vegetarianas ¡bravo! 



Este Creme Delacreme está lleno de detalles decorativos de los que sabes hecho con clase y conocimiento exacto de las reglas del buen gusto.
Mi querida Edyta de Edyta Diseño & Decoración aprobaría cada rinconcito, de ella he aprendido mucho y bien, por ejemplo, a distinguir marcas de papeles pintados, el de palmeras será de su agrado :-) Las sillas Chippendale le pondrán una sonrisa en la cara, el uso de las jaulas con las porcelanas antiguas, la espectacular lámpara original del techo, el baño imperdible, en fin, detalles que hacen obligada más de una visita a Creme Delacreme para disfrutarlo por entero. 


Mi experiencia Creme Dela creme es de las de toma pan y moja :-) en salsitas veganas, claro.

La casa sabe tratar al cliente con esmero y corrección, sin empalagos ni azúcares.
El tempo de servicio es perfecto para una conversación animada entre copa y copa. De vinos, ya sabéis, no entiendo nada más que si me gusta o no y sé que en la cena del viernes pasado con mis amigos de vida Ana y Juanjo ( de vida... el otro día calculamos que Juanjo y yo somos amigos de hace más de 30 años...) disfruté de cada bocado y cada sorbo con placer. 

Quizás, y es sólo un quizás por eso de buscar la perfección, el pan de la Creme no es del todo cremoso, es decir, quizás y sólo quizás si ofrecieran la posibilidad de dos, tres panes de estos de los que tanto saben los que saben de harinas, jugosos, con cuerpo, suaves o aromatizados en boca... sería un plus para una carta muy bien seleccionada, y en nada con más opciones vegetarianas será ya uno de los restaurantes referentes de la zona.


Para rematar mi cena, el maestro pastelero tuvo a bien hacer esta delicia de fruta sin más aderezo que los propios colores y texturas, que voy a decir además de que fue la fruta más elegante jamás comida ¡gracias! 

Poco más que añadir excepto que tengo pendiente un brunch de sábado en este Creme Delacreme, pinta muy especial sin duda.
¿Quedamos?

Miss A

PS: Una vez más, todas las fotos de este post excepto la foto de la fruta, han sido robadas con absoluta nocturnidad de la red social pública Pinterest. 


martes, 30 de agosto de 2016

Lili Cook


¡Hola Dolces!  Este Dolces se lo debo a mi amiga Arantxa, Aran,  a la cual hace mucho que no veo y echo de menos pero sé que anda liada... Sniffffff  ¡Ojalá lea esto y recuperemos las buenas costumbres de vernos de vez en cuando! 

¿Cómo vais sobreviviendo al verano? Recuerdo un post sobre las vacaciones :-) Fue muy muy divertido, luego cuelgo el link aquí para re leerlo mientras nos tomamos un batido de frutas y verduras bien sano y bien fresquito. 
Alucino con mi facilidad para saltar de una cosa a otra e irme por las ramas, la cosa es enrollarme cual persiana antigua... 

Al lío del LiliCook.

El 12 de agosto es el aniversario de bodas de mis padres, los adoro, son mi guía terrenal, mi ejemplo. Este año lo pasamos juntos en Salamanca. 
Somos una familia pequeña, revoltosa, somos todos de carácter castellano, algunas veces dulcificado por la sangre canaria que aporta mi padre pero se ve que lleva tanto tiempo en la aridez charra que la dulzura se ha visto algo salada por lo castellano ¡y eso que somos Sosa! Je je je 
Pues eso, somos algo enfadones, gritones, parece que nos comemos a Andraca ( que no sabemos quién es pero mi abuela nos decía esto: " hablas y parece que te comes a Andraca pero luego ná de ná" 
Así decía mi abuela materna, castellana y regia. Eso sí, igual que te digo una cosa te digo la otra, seremos enfadones y comedores de Andracas pero, tú osa decir algo reguelero de alguno de nuestros miembros y te las verás con todos juntos y por separado. Seremos más o menos educados, más o menos guapos, más o menos listos pero somos los que más nos queremos y más unidos estamos del mundo mundial de toda la vida de Dios, nobles, sinceros y buenos ¡Hombre, ya! 

Sosa Alonso y famila
En la foto falta Elsa, en la barriguita de mamá mi sobrina Marta, 
nuestra pequeña princesa nacida el 10 de mayo.

¿Veis? me voy por las ramas con una facilidad pasmosa... 

Total, que nos fuimos a disfrutar del típico tapeo charro, como turistas de pro.
Salamanca es una ciudad llena de calles pequeñas y grandes, llenas de bares, llenos de terrazas, llenos de cientos de personas... Es como pasear por cualquier ciudad con costa y paseo marítimo pero sin mar, ni falta que nos hace ¡Ja! Ya quisiera el mar tener nuestra plaza, nuestras catedrales, nuestras calles... ¡Y nuestras tapas!



Como la Costa Charra estaba a tope, decidimos ir al LiliCook en la Plaza de Sexmeros, decidimos por pura casualidad... Pero la casualidad no existe y decidió ser la causa de que yo conociera este LiliCook vermutería que me requete encantó.

Lo primero: la carta... Problema para mi... Ni uno solo de los montones de mini delicias frías y calientes que preparan estaba libre de animales ¡Ni uno! 
Lo segundo: el servicio... Ya he mencionado en varias ocasiones en este mi Dolce Far Niente, que España no brilla ni por la calidad de su servicio ni por el buen saber hacer de este, en general, por supuesto. 
Salamanca no es distinta a España en esto, si añadimos nuestro carácter charro tan testarudamente, digamos, poco pamplinero ( ...) el resultado es de dar un poco de miedito...
¿Cómo le digo al camarero tan majete a lo charro que si me prepara algo sin crueldad animal? 

Conviene que recordemos que Salamanca es cuna de toros bravos, ganaderos de lidia, denominación de origen del cerdo ibérico más famoso ( ya quisiera Jabugo tener los cerdos negros de Guijuelo y el frío de la sierra) los embutidos más exportados y la carne de vaca morucha más premiada... vamos, ¡un paraíso para el veganismo!... 

Paso uno y dos solucionados con el paso tres.
Lo tercero: mi hermana, que conoce en Salamanca a todo el mundo y el mundo salmantino la quiere una jartá, hizo lo propio, charlar con uno de los dueños. Solucionado, el chef salió a saludarnos con una sonrisa y a decirme que podía prepararme lo que quisiera con los productos frescos de los que disponían esa noche, encantador y más educado que ná, ¡que majete! el resultado fue:
- Un salmorejo, sin jamón ni huevo, que estaba para morirse de placer.
- Ensalada de hojas verdes con melocotón aderezada con vinagreta agridulce de chalota y noséqué, de  pecado de buena, la verdad, me impresiona cómo algo tan simple como unas hojas en la proporción adecuada y con el toque justo pasa a ser un plato simplemente exquisito.
Me propusieron también una coca de cebolla confitada y champiñón asado pero ante la duda de que la masa tuviera mantequilla el propio chef me dijo que mejor no ¡genial! 

Lo cuarto: tinto de verano con gaseosa... muy bueno :-) Pero llamándose vermutería cometí el error de novata de no preguntar por sus vermuts... Sin ninguna duda hay que probar los vermuts, así que, iré en nada a esta plaza de Sexmeros Charra a re encontrarme con LiliCook.

Bandeja de vermuts
Cava del vino

La carta de este LiliCook es un 10 gastronómico. Presentan pequeñas joyas pulidas con mucho saber hacer y cariño. 
Para un paladar al uso, hay un montón de oportunidades de probar toda la cocina típica charra re inventada por estos LiliCookeros. 

Para un vegetariano o un vegano... malo, malo... 
Te pillarás una buena borrachera a base de pan, el pan de mi tierra es bueno bueno, y vermuts... 

Por ahora, en la carta no hay ningún plato realizado solo con vegetales, hortalizas o legumbres, pero creo que va a cambiar la cosa. 
Con mucha educación y una amable sonrisa, les hice ver la necesidad que tiene Salamanca en general y la excelencia de LiliCook en particular, de abrirse al mundo ya que es una ciudad inminentemente turística. 

El vegetarianismo va en aumento, el veganismo también aunque sea mucho más complicado maridar viandas típicas charras con respeto animal, pero ¡se puede, claro que se puede! 
Tenemos unas legumbres exquisitas, la huerta charra es amplia, nuestro pan es de ganar concursos, si a esto unimos la historia charra plagada de pueblos con gastronomía bien diferente, podemos crear platos excelsos sin necesidad de maltrato animal 
Estoy convencida de que en mi próxima visita a esta vermutería de 10, en la carta habrán incluido variedades frías y calientes con el apellido Vegan, y además, esto sería pauta para que la prensa se hiciera eco de estas nuevas creaciones culinarias con sabor a charro sin usar los tópicos típicos de la gastronomía charra.




Así que, altamente recomendable LiliCook Vermutería en la Plaza de Sexmeros de Salamanca, pero por ahora no para un vegetariano/vegano, moriríamos en el intento aunque yo, repito, me sentí muy bien tratada y con mucho respeto hacia mi petardez.

Buscando fotos de LiliCook y de la Plaza de Sexmeros, me encontré cosas que desconocía.
La plaza es bien conocida por los Sosa Alonso porque en ella está la Cámara de Comercio desde hace muchos años, mis padres han sido empresarios de siempre ( de siempre para mi es desde que yo los conozco...) así que ha sido una plaza frecuentada.

He encontrado una foto encantadora sobre esta plaza hace una pila de años.


 Y de la misma plaza en la actualidad.


Me resulta muy curioso ver ese edificio tan cambiado y al mismo tiempo tan familiar.

La plaza lleva el nombre de Sexmeros porque fueron estos sexmeros, 4 ediles responsables de cuidar el sexmo, tributo en forma de cereal... los encargados de comprar el edificio que hoy alberga la Cámara de Comercio. 
Para saciar la curiosidad completa, este link es fácil y bonito de ver: Casa de la Tierra  

Y uniendo esta curiosidad histórica con las enormes posibilidades de llevar platos veganos a este LiliCook, bien se podría hacer un homenaje a esta Casa de la Tierra y a los sexmeros creando una ensalada de cereales con verduras de la Tierra de Salamanca. 

Y por hoy, ya. 
Os dejo, no sin antes poner el link sobre vacaciones que comentaba al principio, ¡Vacaciones! Hmmmm ¿Vacaciones?

GoVegan!
Miss A

PS: Todas las fotos de este post han sido sacadas del álbum de Pinterest de LiliCook excepto las de la Plaza de Sexmeros que las he robado de vetetúasaberquién en google... La foto familiar es de Luis F. Lorenzo Rubio

martes, 16 de agosto de 2016

Tatel




Tres fotos. Así, de entrada. 
Tres veces me he puesto a escribir sobre Tatel y tres veces me ha interrumpido Coco Miss Mundo, mi gata maravillosa por supuesto adoptada...

Escucho o leo Tatel e inmediatamente mis neuronas recuerdan imágenes divertidas, siempre he ido con gente a la que adoro, siempre ha estado lleno de comensales guapos y siempre me lo he pasado bien. Mucho siempre en poco espacio... 

Tatel es el restaurante de moda en Madrid, lo curioso es que lleva siendo de moda dos años,  impensable para Madrid y más impensable aún para un restaurante, pero es que es un espacio cuidado al máximo. Sus propietarios, hombres que sin ser de la moda llevan de moda tiempo: Rafael Nadal, Paul Gasol y Enrique Iglesias, mola ¿sí? ¡Sí! 
Ya sabéis, para leer de manera inequívoca sobre Tatel, picad Tatel :-) 

Resumiendo: local súper actual con una decoración de los gloriosos años 20, con el mejor servicio que yo he disfrutado en mucho tiempo en Madrid ( mira que flojea este punto en Madrid en particular y en España en general) música en vivo, gente mega guapa, deliciosa carta, una coctelería de primera y, y, y rincones a cada cual más cuco para ir más de tres y cuatro veces. 

Esta vez, los colores son de la paleta del otoño, perfecto para mi. Envolvente y sugerente a partes iguales. 
Un guiño a la estación verdaderamente romántica y creativa; la primavera está sobrevalorada... 
La estación de las mentes soñadoras y los sueños suelen estar hechos de colores ocres, beige, dorados, con algún toque turquesa y adamascado como el propio Tatel. 

Abierto de la mañana a la noche, con momentos para el brunch, un aperitivo, la hora del té, una merienda cena, cena al uso y copas hasta la madrugada.
El brunch de Tatel es una asignatura pendiente pero en breve iré, os contaré. 



En Tatel la experiencia anímica es maravillosa, te sientes bien, cuidado y guapo, eso es importante para mi, una ya va teniendo una edad... incluso dos, y lo de sentirte cuidado y guapo, guapa en mi caso, es un detalle que no debo dejar pasar por alto, últimamente le doy más importante a ese detalle que a la propia comida, total, voy a comer verduras vaya donde vaya... 

El caso es que he ido a Tatel en circunstancias anteriores a mi veganismo ( aunque cuando fui las primeras veces ya no comía carne) y sigo yendo ahora que mi petardez no sólo exige un 10 en viandas y servicio sino también en que esas viandas no contengan ninguna clase de animal ni derivados, yo no como animales, no, no, no. 




La carta de Tatel es extensa con mesura, es decir, tiene el suficiente número de platos para deleitar a todos los paladares gustosos pero no te hartas de ver nombres sin saber si decidirte por uno u otro.
En mi caso, siempre me dejo aconsejar :-) Les pido que me hagan lo que consideren que puedo comer sin que pese sobre mi el maltrato animal.

Mis habituales: 
- El salmorejo, sin jamón, de los mejores que he comido. Voy a empezar un ranking de salmorejos :-) Al ser un fijo en mi menú fuera de casa, me estoy haciendo una experta, 
- Las alcachofas deliciosas, sin jamón, las verduras son siempre de primera. 
- La ensalada de quinoa, para mi sin queso feta, muy buena y sobre todo bien realizada, con la mezcla perfecta de ingredientes. 
- Mango... ¡Que voy a decir de un mango exquisitamente cortado y al punto de maduración! Pues que lo pidas.

Para los vegetarianos no estrictos, la tortilla trufada es un must imperdible, yo dejé de pedirla hace más de un año ya, pero la recuerdo como exquisito manjar para los sentidos.
Las croquetas un pedacito de cielo que se deshace entre las papilas gustativas.



En Tatel, como ya he dicho, me siento guapa... 
Quizás tenga que ver en esto sus cocktails... Imposible pedir uno solo así que, después de un par de cualquier combinado al gusto que pidas, no necesitarás ni botox ni photoshop, la sonrisa en tu cara te hará ser la más bonita o el más bello del reino, porque, sin duda, de un reino de bellezas se trata este Tatel. 

Un cotilleo de vampira: tienen una ventana indiscreta... Ssshhhhhh no se lo digáis a nadie... Id y haced buen uso de vuestro punto voyeur...

Quizás, sólo quizás porque no le he dedicado el tiempo suficiente en mi exigencia a pensarlo, echo de menos una terraza abierta, tomar una copita disfrutando de las luces del Paseo de la Castellana a la distancia suficiente como para no agobiarnos con el ruido del Paseo de la Castellana puede tener su vuelta y media de encanto, aunque, puede que no... La manía anti glamour del cigarrito echa para atrás cualquier intento de respirar mientras degustamos nuestra elección culinaria. 

Por otra parte, este Tatel tiene un puntito de horterismo creciente. Dado que es pura moda, precio medio alto, situación perfecta para que el bendito EGO engorde sin necesidad de comer... Resulta tremendamente irritante la colección de estulticia con piernas, enfundadas de lo más chic casi siempre, eso sí, que se aposta en la puerta dejando de lado su esperada educación ( al ir enfundados tan chic, que menos que se note el colegio de pago y la Universidad privada) y luchando por ver quien la tiene más larga... la estulticia, digo... 
Este momento esperar que te traigan el coche, echa por tierra toda la bonita experiencia gastronómica y sensorial vivida. 


Pero bueno, pasando por alto eso de tener que salir por la misma puerta que un montón de EGOS con piernas, el restaurante Tatel está en mi lista de los valores seguros para quedar como una perfecta Cicerón de la calidad de la cocina y el diseño madrileños. 
Para una vegana enamorada del Dolce Far Niente y los rincones con glamour, esta propuesta es perfecta, la diligencia y buen saber hacer de todo el personal de la casa hacen que me guste volver una y otra vez.
Así que, amigas, tacones, una bonita sonrisa y a la orden cuando queráis para ir a saborear cualquiera de los cocktails de la carta del maestro coctelero. Amigos, si os apetece, ya estoy en edad de dejarme invitar. 

¡Os espero! 
Miss A

PS: Todas las fotografías de este post han sido robadas sin miramientos y con nocturnidad de la red social pública Pinterst. 

martes, 19 de julio de 2016

Only You, el brunch ideal



Mi amigo Alfonso, uno de mis mejores amigos desde hace ya unos cuantos años, está pendiente de mi en cuanto a qué menús tienen en los restaurantes a los que vamos a cenar o a comer;  en realidad, mi querido amigo Alfonso está muy pendiente de mi con frecuencia. 
Puro amor, Alfonso. 

Desde que tomé la decisión de que mi dieta fuera tan estricta en cuanto a no comer  animales ni sus derivados, siempre me pregunta si prefiero este o aquel sitio, yo le digo que vayamos al más chic o al más petardo o al que combine gente guapa con platos divertidos y deliciosos, si no hay mucha variedad de vegetales, opto por pedir un plato de lechuga con aceite de oliva sobre lecho de tomates verdes fritos para cenar y ya... je, je, je... ¡Ojalá fuera así de poético lo del plato de lechuga en cantidad de sitios!
Creo que lo importante es la persona o personas con quienes compartes esa cena o comida y, por supuesto, el ambiente, el servicio, la decoración... 

Alfonso y yo somos muy parecidos en cuanto a exigencia en servicio y ambiente, él, además, gusta del buen comer así que procuramos ir siempre a sitios que sean de 10 en todo, o casi :-) 


Hace no mucho tiempo, quedamos Alfonso, Jorge y yo para un brunch de domingo con tarde  de paseo tranquilo incluido. 
La elección fue el Hotel Only You, en la Calle Barquillo de Madrid.
Ya la zona es un plus a tener en cuenta, uno de los barrios más recuperados de Madrid, lleno de encanto y tienditas bonitas para perderse. La tranquilidad de los domingos es majestuosa para un agradable paseo y si la compañía es de las buenas, el placer está garantizado.
El Hotel Only You está situado en el número 21 de la Calle Barquillo, justo en frente del Teatro Reina Victoria, otro motivo más para que toda la puesta en escena de este brunch sea brillante.


El hotel se construyó en un antiguo palacete y Lázaro Rosa Violán se encarga de su cuidado interiorismo. Pero, ya sabéis, no soy yo quién ose hablar de lo que podemos leer muy bien en los links oficiales, por ejemplo, Hotel Only You

He elegido en varias ocasiones este hotel, no sólo para brunchs con amigos o con Jorge sino también para meriendas con amigas, una copa con charla e incluso para alguna que otra reunión de trabajo, es un punto de encuentro perfecto que aúna un servicio impecable, ambiente siempre divertido e interesante y una extensa carta de bebidas de todas las clases, condiciones y graduaciones alcohólicas. 

La decoración, perfecta, excepto por unas cabezas de animales que hay en lo que yo llamo salón del lobby ( me gusta inventar espacios) seguramente colocadas estratégicamente para llamar la atención y conferir cierto dramatismo ( entiéndase dramatismo en su acepción más poética y menos terrenal de drama por drama) al espacio, pero, que se le va a hacer, a mi me horrorizan. 
Por otra parte, la perfección es en extremo aburrida y poder polemizar un poco sobre estas cabezas en un salón tan perfecto, me apasiona. 


Y a lo mío que es de lo que sé, y  ¿de qué sabes, Miss A? pues de experiencia de vida que para eso he vivido ya mucho :-) 

Cualquiera que sea la excusa para ir a "tomar algo" a este Only You es buena.
Un brunch, por ejemplo. 
Delicada ubicación de las mesas buffet para admirar primero y degustar después todas y cada una de las poquitas pero exquisitas y bien escogidas viandas que nos ofrecen. 

En el caso de que seas vegetariano, serás feliz con la maravillosa selección de quesos y yogures de frutas que tienen, de lo demás hecho con animalitos,  nos olvidamos. Los postres precisos y sobre todo Celiciosos, ya que el nuevo salón de té confitería ( me encanta esta palabra, confitería, me recuerda a mi infancia salmantina y a las Confiterías Gil de toda la vida de Dios; hay diferencias entre pastelería  y confitería) bueno, como decía antes del salto nostálgico, el nuevo salón de té más divino de la ciudad, Celicioso, está en este Hotel Only You, así que toda la pastelería del brunch lleva su firma.
Celicioso será motivo de otro post, me da que delicioso pero saldrá poco bien parado para el objeto de este nuevo Dolce Far Niente Vegan.


Si eres vegetariano estricto o vegano, pues no disfrutarás tanto de este brunch maravilloso, pero recordemos que el objeto de este blog no son los restaurantes vegetarianos/veganos sino de cómo sobrevive una vegana en restaurantes, hmmmm... llamémosles, al uso tradicional de dieta variada. 

Tienen una importante variedad  de ensaladas: verdes, de pasta, de legumbres, pero todas con queso o con pollito o con cerdito, así que, renunciamos a las ensaladas. Sí cuentan entre sus platos semi fríos, con verduras asadas, perfecta opción para acompañar con algunos de los muchos panes que tienen a cada cual más rico.
Podemos degustar aperitivos de gazpacho, salmorejo, toda clase de zumos naturales, hummus, guacamoles, así que, mi último brunch fue: 

- Un plato de entrada con un vasito de gazpacho, hummus, cazuelita de guacamole con nachos y un poco de ensalada verde a la que le quité el queso que tenía ( me da rabia porque no quiero comer ni siquiera alimentos que hayan estado en contacto con productos derivados del maltrato animal) :-( 
- Un primero de verduras asadas con un par ( quizás fueron 4 o así...) de panecillos diferentes acompañado de zumo de naranja.
- Plato principal. Este plato merece un poco de explicación.  En la carta del brunch te muestran todo lo que hay en el buffet y además, te dan la posibilidad de añadir un plato algo más contundente; no podemos olvidar que el origen del brunch viene de la composición de BR/breafast, es decir, desayuno, y UNCH/lunch, es decir, almuerzo o comida, así pues, un brunch viene a ser un desayuno comida algo tardío o tempranero según se mire ( para mi es un desayuno normal y corriente porque es a la hora que habitualmente desayuno, tarde)
Estos platos a elegir varían dependiendo la temporada de mercado, quizás por estación, no lo sé, en mi caso pedí un suculento arroz con verduras que aunque bueno estaba demasiado sabroso, para mi, o sea, o sea o sea... pasadito de sal, lo cual sirve para aumentar el zumo de naranja, o, por supuesto, pedir doble ración de cocktail mimosa u otra copa de champagne, aquí siempre el champagne más naranja, de la Veuve Clicquot, aunque en mi caso es rosa porque lo pido Rosé.


La hora del postre, aunque conviene recordar que la esencia del auténtico brunch es comenzar con el dulce, unas tostadas francesas llenas de mermelada y calorías, o unos gofres bañados con chocolate, también cabe degustar unos pancakes con sirope de arce y la mejor opción, las tres cosas con sus correspondientes aderezos.
Esta vez, nos reservamos el poste para después del salado.

Si eres vegano, la única buena cosa que puedes hacer es tostar alguno de los panes dulces y llenarlos de mermelada de frutas; si eres como yo, veggie más que vegana ( respeto mucho la filosofía vegan para considerarme una de ellos. Poco a poco, estoy segura de que mi vida en breve será 100% respetuosa con los hermanos no humanos) la cosa es que a mi fuerza de voluntad y a mi nos resulta muy complicado no comer fuera de casa algún croissant, un mini gofre o una mini napolitana de chocolate, siempre esas cosas fuera de casa y procurando que sean contadas veces con los dedos de una mano, por eso, estoy en pleno aprendizaje de repostería 100% vegana, será objeto de otro post, mi primera incursión han sido mini croissants... ¡Ya os contaré! 


Sin duda, este brunch Only You, merece un puesto de honor en el Dolce Far Niente, aunque no muy Vegan.
La experiencia para los sentidos del caprichoso es envolvente. La suavidad de los colores, fríos y sin embargo acogedores. La diligencia y buen saber hacer de cada uno de los miembros del staff, proporciona un estado de bienestar perfecto para alargar la sobremesa con una buena charla y más  champagne. 
Los comensales de mesas cercanas suelen ser entre guapos y encantadores, así que, es una buena propuesta para, quien sabe, continuar con vete tú a saber qué.

Como consejo: sería interesante ir sin coche, puede que salgamos un poquito tocados por el halo del champagne y más vale prevenir que curar.

Sin duda una recomendación de 10 Dolce Far Niente para vegetarianos no estrictos y para veganos que, como yo, apreciamos más todo lo que envuelve a un plato que el plato en sí.

Si tenemos la suerte de que alguien allegado o cercano al Hotel Only You lea este post, puede, sol puede, y digo puede... la próxima vez que vaya, a lo mejor me encuentro con algún platillo más 100% vegguie :-) Y ya si en la repostería tuvieran en cuenta las leches vegetales, los aceites vegetales tan sanísimos y confiaran en que el huevo no lo es todo en la ligazón de las masas, sería para morir de gusto... 

Y por hoy, nada más, queridos Dolces.
Disfrutad de un martes maravilloso de sol, cariño y una buena ensalada fresca de frutas tropicales y un toque de jengibre.

Miss A

Nota: todas las fotos utilizadas en este post han sido sacadas de Pinterest. 


martes, 12 de julio de 2016

Dolce Far Niente... VEGAN


Ufff... Hacía mucho que no entraba por aquí.
Nunca es tarde... y esta vez sin duda, la dicha es buena. 
Y ni saludo ni nada... ¡Hola! ¿Cómo estáis? :-) Encantada de recibiros de nuevo por aquí, ya sabéis, coged sitio, un té, unas pastitas ricas y tomaos vuestro tiempo. 


Mis neuronas llevan tiempo algo encriptadas y siento la necesidad apremiante de pegarles un palo a ver si vuelven en sí.
Como bien sabéis, si no lo sabéis ya os lo digo yo con gusto, yo tuve un blog, éste. 
Me llevaba tiempo cultivarlo porque soy de las que escribo y escribo, no soy de las de fotos divinas y ya, me gustaría pero no; no soy fotógrafa, ni siquiera tengo cámara de fotos, sólo tengo neuronas, ahora en estado de letargo pero despertando, y con ellas, con mis neuronas, escribo, normalmente, teatro. Ahora también en estado de pausa lo de escribir teatro, es lo que tiene que las neuronas se duerman,  las musas se olvidan pronto, son flor de un día...

Total, que he pensado con la única neurona activa: "¿y si retomas el blog? Lo mismo empiezas a escribir de a poquito y te animas a pasarte de nuevo las noches en vela dando forma a personajes e inventado vidas"
Y en eso estoy, de a poquito con el blog a ver si esto me lleva de nuevo a los libretos.
Pero... 

NEURONA ACTIVA: ¿Qué escribo?
Pensó mi neurona activa, y como no había ninguna otra neurona despierta para contestar, se dejó llevar y le contestó el corazón 
CORAZÓN: Escribe de lo que ahora proporciona tu felicidad absoluta.
NEURONA ACTIVA: ¿Vaguear? 
Pensó mi neurona activa 
... no sé si eso da para más de dos o tres palabras... 
CORAZÓN: ... Animales 
NEURONA ACTIVA: ¡Ah! Seguir mareando a la gente para que adopte y que no compre, que no abandonen, que traten con respeto a los hermanos no humanos... Hmmm ¡mola! Sí, me llena de felicidad pero puede que me bloqueen más aún de lo que ya me bloquean por pesada... 
CORAZÓN: Tienes razón, querida neurona, sin duda eres activa en eso... Pensemos pues.
Y tras unos días de pensamientos y emociones, ambas, se unieron en la solución.
CORAZÓN Y NEURONA ACTIVA: ¡Cómo ser vegano y no morir en el intento yendo a restaurantes de moda, con amigos divinos y disfrutando del más puro Dolce Far Niente!



Y en esas me encuentro :-)
Escribiendo dialogos, dando forma a personajes, escribiendo sobre mi felicidad absoluta aderezando brunch, comidas, cenas, tés, copas...
La fórmula es sencilla: me encanta quedar con mis amigos, forma parte intrínseca de mi, por otra parte, es un suplicio ir a restaurantes no vegetarianos, la resolución se irá desgranando en este Dolce Far Niente Vegan.
Porque, no sé si sabéis, si no lo sabéis, también os lo digo con gusto y amor, mi vida ha dado un giro gordo gordo hacia el respeto absoluto a los animales, trato de buscar la coherencia entre corazón y cabeza y eso me ha llevado al veganismo.


NEURONA ACTIVA: Y eso ¿qué es? ¿Por qué extravagante rareza te ha dado ahora?
CORAZÓN: Ni extravagancia, ni rareza, querida neurona, es una maravillosa filosofía de vida que ha puesto mi mundo del derecho, hace que me sienta bien, soy feliz, soy coherente, he conectado con mi yo de niña que durante tanto tiempo enladrillé y encapsulé y consigue serenar mi espíritu aunque al mismo tiempo llore cada día sabiendo de tanto dolor injustificado que sufre el mundo animal, mis queridos peluditos. 

En esta segunda etapa Dolce Far Niente sigo con la máxima de no contar por aquí lo que con tanto esmero y desmesura cuenta Google en la Wikipedia y en cientos de links.
Para saber un poco más sobre veganismo os invito a consultar, por ejemplo, estos links de la Wikipedia:
Veganismo
Vegetarianismo

En mi caso soy vegetariana estricta, es decir, no como animales ni derivados de animales, no carne, no pescado, no leche, no derivados de la leche, no huevos ¡Y tan feliz que estoy!
- ¿Qué que pasa con mi analítica? Está perfectamente bien, gracias :-) ¿Y la tuya?
- ¿Que me faltarán proteinas? No, tranquilos, ingiero proteinas de las buenas, de las no dañinas, legumbres, chía, avena, quinoa, frutos secos...

Y de ahí esta segunda parte del Dolce Far Niente ahora Vegan.
Sabéis... y si no, os lo digo :-) me encantan los sitios chic, los restaurante chulos, lo más fashion que te mueres de petardez... 
Me encanta quedar con amigos y pasar horas de charla; la comida, el té, un brunch, es la excusa perfecta para vernos y llenarnos de vitamina A ( de Amigos, de Amor, esta vitamina es la más necesaria para el bienestar completo y la única que no se encuentra en los alimentos) peeeeeero a veces es complicado. Los restaurantes no vegetarianos, ofrecen limitadísima oferta para vegetarianos estrictos ( los que no comemos ni leche, ni sus derivados, ni huevo) por no decir inexistente.

Aquí iré relatando mi experiencia, siempre desde un punto de vista totalmente personal, de manera completamente subjetiva, sin casarme con nadie ni venderme a marcas, productos, locales ni personas. 
¿Podrá un vegano disfrutar con sus amigos de una cena en los sitios más cool de la ciudad?
¿Será posible un brunch de moda sin tener que ir "bruncheada" de casa?
Y una tarde de té ¿Disfrutaremos de una mágica tarde de amigas sin morir de hambre en el intento?
De todo esto y de mucho más en este Dolce Far Niente Vegan :-)

Miss A ataca de nuevo esta vez con el respeto a los animales por bandera y el objetivo de buscar el restaurante no vegetariano perfecto para una vegana poco convencional, tenido en cuenta lo poco convencional que ya es ser vegana.


No es mi objetivo convencer a nadie de las bondades de todo tipo que ofrece el veganiso, no, no, no, ni se me ocurre, esto es cuestión de conciencia y ética en la mayoría de los casos y racionalidad en otros cuantos. Cada uno que ingiera lo que considere oportuno.
Sólo me apetece escribir de algo, en el momento de mi vida actual escribir sobre lo que me cuesta comer fuera de casa me parece un reto fantástico para que mis neuronas vuelvan a la vida; si por el camino puedo iluminar a alguien sobre qué comer en tal o cual sitio, dónde encontrar zapatos maravillosos que no provengan de la matanza animal o dónde conseguir los mejores rellenos para empanadas caseras veganas ¡pues mira tú que bien!

Eso sí, como me encanta no pasar inadvertida en nada de lo que hago, para bien o para mal... os dejo por aquí unas fotos de veganos que seguramente admiráis con devoción y no sabías de su condición vegan :-)


Y mi favorito, Pablo Puyol, vegano de pro por convicción desde hace años, lucha a brazo partido para que los que no tienen voz la tengan un poquito, les presta la suya, maravillosa por cierto. Artista y hombre de 10.



Y por hoy, nada más, perlas. 
El martes 19 habrá un Dolce Far Niente Vegan al uso. Un brunch de 10 en todos los sentidos pero... ¿Será apto para una vegana caprichosa como yo?

Disfrutad mucho, sed felices, seamos con el prójimo como quisiéramos que la vida fuera con nosotros, amad.

Miss A

Nota: todas las fotos utilizadas en este post han sido sacadas de Pinterest.