martes, 26 de febrero de 2013

Noche de Dolce Far Niente

No hace mucho, estaba yo una noche en mi tarea de lecturas blogeras, cuando me tope con un blog siempre divertido y lleno de curiosidades: La Macedonia de Mariola y con el post que os aparece al deslizar vuestro cursor por su nombre.


Me vais a permitir, gracias, hacer una recomendación: dejar de leer si sois menores de edad, sois de mente obtusa, no os gusta la "literatura" subida de tono... o si os puede parecer azaroso que os hable un poquito de sexo, a mi estilo.
A las que estéis (o hayáis estado) enganchadas a la trilogía de moda... esto os parecerá de rombito  rosa pero... yo aviso. 
(Por otra parte, tendría tanto que decir sobre esa trilogía absurda... pero eso será motivo de otro post, sin duda mucho más serio) 


Leyendo el post de Mariola, me encantó, pensé en la música que a veces acompaña mis momentos de juegos amatorios y/o sexo.
Y me vino a la memoria con arrebato de pasión violenta, una de las noches más sensuales y sexuales de toda mi vida. 

Un par de cosas nos ponen en antecedentes.
Antes de comenzar mis estudios de cinematografía (y teatro después) a nivel profesional, hice un cursito de 9 meses con el grupo de teatro "El Torreón" en Pozuelo de Alarcón. El día de "la función de fin de curso", como en el cole, no dejé que Jorge fuera a verme, si hacía el ridículo, mejor que ninguna de mis personas queridas tuviera que avergonzarse. 
Por las clases de ballet y baile que tomé durante años, hice muchas funciones, siempre bailando y siempre muy segura de que lo que estaba haciendo lo dominaba (la preparación es la base del éxito). Este caso era bien diferente: una escena de Lorca y mi primera vez con texto ante público.
Todo lo demás esta en mi CV... :-)


Jorge fue a recogerme a la salida.
Yo le conté en el coche lo que había vivido, con mucha excitación; ahora sé que después de cada función la adrenalina se dispara y tienes un subidón de muerte, se va a apaciguando con los años de experiencia, pero, gracias a Dios, nunca se va del todo.
Al llegar a casa me esperaba una deliciosa sorpresa...

En el salón, iluminado sólo por velas de color melocotón y con el suave aroma de unas varitas sin perfumes que molesten al verdadero olor del incienso, sonaba esto:


Amo a Puccini, admiro a la Callas y me derrito con este sencillo aria lleno de romanticismo por cada poro. Os invito a darle al play y leer AQUÍ la letra antes de seguir.

Nuestra casa está decorada en tonos albero y granate, muebles grandes de maderas oscuras, parquet en tarima de jatoba rojiza. Ventanas muy grandes y puerta enorme que dan a la terraza, cubiertas por unos telas, en lienzos, de hilo muy transparente. Un sofá enorme y sillones en L con una mesa de hierro y teka ingleses. La luz de la terraza encendida permite ver las plantas y arbolitos que tenemos.
Así que las velas, Puccini y el incienso regalaban al salón la ambientación perfecta para una celebración. Un cuento en clave de luces y sombras.
(Lo de la decoración no viene mucho a cuento pero me apetece ambientar el relato...)

En la mesa delante del sofá, un mantel de hilo, 2 copas, una botella de champagne en hielo, una bandeja de canapés de salmón y caviar colocados en damero, un plato con foie y panecillos de nuez, pastelitos, chocolates y fresas.


Fue una preciosa sorpresa.

Para semejante cena de lujo con el mejor ambiente y la mejor compañía imaginable (e inimaginable también) había que vestirse a juego.

Un camisón cortito de encaje de seda negro, un mini tanguita a juego, un perfume lleno de esencias y sándalo y Rouge Noire en los labios. Yo.

Un pantalón-pijama de seda granate y un batín corto a juego. Él.

Comenzó a sonar otro de los temas que hacen una perfecta Banda Sonora en una velada de fresas y velas:

Un Bel Di Vedremo (con subtítulos en castellano)

Todo comenzó poco a poco, no era una noche de pasión o sexo como las demás noches. Yo quería continuar con "el exhibicionismo" que nos invade a todos los que nos subimos a un escenario, una mezcla de falta de pudor y entrega absoluta y total al público expectante.
Él quería dejarse embriagar con toda la sensualidad que yo desprendía.

Juego de seducción en cada bocado de salmón o caviar y con cada sorbo de champagne helado la habitación se templaba un poco más.

Es muy importante saberse enormemente atractivos, ayuda una piel de extrema suavidad, olor delicioso,   miradas de complicidad.

El saber mover la cabeza a tiempo, girar el cuerpo, un roce apenas... Todo ayuda para que cada segundo sea dinamita a punto de estallar.

La ayuda de Puccini es imprescindible, el caviar y el champagne potencian su sabor si una vela ilumina un beso en el cuello:

Nessun Dorma (con subtítulos)

Escuchar los primeros acordes de este bellísimo aria del Turandot de Puccini me pone la piel sensible y mi cuerpo reacciona con una entrega total.
Termino llorando "vencida" y entregándome al deseo más absoluto.

Esa noche hubo mil caricias, juegos, palabras susurrantes. El calor de junio se hizo cómplice con nuestro calor y las burbujas del champagne.

Fue tan bonito que quise que durara para siempre.
Me definí como una concubina en su noche con el sultán y dejé que Jorge me dibujara. Primero mi cuerpo con chocolate, después en un cuaderno de papel verjurado de color blanco roto.

Dibujo a lápiz.

La noche terminó casi de madrugada sabiendo que nos amaremos toda la vida.
25 años juntos son más de la mitad de los años vividos así que no puedo imaginar más que el resto de mi vida con Jorge, escuchando a Puccini, comiendo chocolate, compartiendo fresas y dedicándonos todo nuestro Dolce Far Niente el uno al otro.

Ayer fue mi 18 aniversario de matrimonio y no se me ocurre mejor manera de celebración que un post gritando mi amor a mi AMOR.

Jorge y yo. Fotografía de Santi Xander

Te quiero, Jorge.
Miss A

ANEXO: Y el próximo martes, una novedad. El mismo Jorge que viste y calza, va a Dolcefarnientear con nosotr@s. 

martes, 19 de febrero de 2013

La gran muralla y el té. Beijing.


Hola querid@s. ¿Qué tal todo?
Hoy nos enfrentamos a un post mitad anécdota y por tanto poco productivo, mitad perfecto y aleccionador, gracias a mi amiga Alicia Ocha.

Vamos a hablar de tés :-) Bueno, Alicia; yo hablaré de mi viaje a Pekín/Beijing

Beijing es tan grande, tan hermoso, diferente y lleno de cosas que es imposible.
Reduciré esto al viaje y a 4 cosas que me llamaron mucho la atención :-) Así no nos cansamos demasiado... 

A por un té, un batido o una manzana, empezamos...


Nuestro viaje a Pekín fue por casualidad. Un día de un año de estos, Jorge tuvo que ir a hacer un curso de una semana a China, era una buena oportunidad de conocer otro país, una cultura emocionante y desde luego, teníamos muchas ganas de la aventura...
Decidimos ir el finde anterior al curso (de lunes a jueves) y quedarnos el finde después para que Jorge pudiera también disfrutar de la capital.

Preparamos el viaje con varios meses, unos 4, de antelación: avión con escala en París, hotel... En noviembre sería el viaje. 
Hete aquí que corría el año 2001... y llegó el mes de septiembre... y creo que no hace falta que diga más que esto: NYC, aviones, torres gemelas, 11-S... HORROR.

Yo tengo pavor a volar, del todo, lo paso muy mal, pero me sobrepongo porque me encanta viajar y conocer sitios fantásticos y lo que sea. Pero ese 11-S mi miedo se convirtió en pavor, fobia y casi obsesión.
Me negué a ir a China... 

Después de que se me pasara la pataleta... decidí que sería una oportunidad pero... imposible ir 16 horas en avión sin que se me pusiera el pelo verde de miedo.
Fui a mi médico bla bla... me dijo: toma MEDIA pastillita de estas, media hora antes de coger el avión..
Todo bien, la cosa es que yo cogía avión Madrid-París, París- Beijing con escaso tiempo para cambiar de un avión a otro...


Me tomé la media pastillita... Jamás antes me había tomado nada de nada para calmarme, ni anti depre, ni para dormir, ni para nada de nada... como no sabía si me haría efecto o no, ya en el avión me tomé la otra media... 

Estas son chulísimas :-) 

No recuerdo nada de nada desde que tomé el avión hasta que llegué a Beijing... Bueno sí, retazos de nada... Vuelo, comida, transbordo, paseos por el aeropuerto de París, montarme de nuevo, película... y 14 horas de vuelo... Paso a relatar, más o menos, lo que recuerdo y sobre todo, lo que me ha contado Jorge...  (Esto no es nada Dolce Far Niente pero es la primera anécdota que os cuento sobre mis viajes, en todos los viajes nos pasan cosas curiosas... como para hacer otro blog) :-)

Mi primer recuerdo es algo en los pasillos de transbordo... Parece, por lo que me dice Jorge... que iba tan lenta y a mi bola, drogada y feliz... que nos perdimos... estábamos sin tiempo y Jorge trataba de encontrar a la azafata que nos indicaba el camino (el aeropuerto Charles de Gaulle es complicado...) estábamos completamente perdidos... y yo en mi mundo... (no lo recuerdo, por otra parte) 
Parece que Jorge vio a un chino... y le siguió. Me cogió medio a rastras, tiraba de un trolley, del neceser, de mi bolso y de su maletín... y de mi... "corriendo" por los pasillos del glamuroso aeropuerto...


Lo siguiente que recuerdo es: una peli "vista" en la pantallita individual de mi asiento...  Ruido, música horrorosa, ecos... La peli era "Moulin Rouge!"


Me pareció una peli mala, mala, de locos, ruidosa... Era como ver retazos de pinturas llenas de psicodelia...  como ver los bocetos de pintura de un artista abstracto... 
Ahora sé que la psicodelia estaba en mi cabeza... aunque la peli es de locos, por otra parte, y mala... mala.   

No recuerdo nada más de las 14 horas de vuelo hasta coger un taxi ya en Beijing... y yo diciéndole a Jorge... "voy a vomitar, dame algo porque voy a vomitar"... 
...parece que me había llevado puesta la mantita de Air France, se ve que ni de eso me enteré, así que Jorge me la puso debajo al mismo tiempo que yo vomitaba todo... hasta la papilla del día de mi bautizo... El taxista horrorizado se percató y paró como pudo pero... no había solución ya... no voy a comentar el resultado...


De ahí al hotel, Swissotel Beijing (5 estrellas gran lujo...) llegar a la recepción y en 30 segundos... me dio tiempo a salir corriendo a los baños, por pura intuición, de la recepción y seguir con el numerito... En fin... pobre baño de hotel 5 estrellas gran lujo...

Lo siguiente que recuerdo es levantarme, sola en la habitación, todo colocado, asomarme a la ventana, ver las calles y no saber que hacer...
Al ratito llegó Jorge... Había estado 24 horas seguidas dormida... TODO EL SÁBADO ENTERO DORMIDA... 

Bajamos a desayunar y ya todo fue normal...


Fue mi primera experiencia con las "drogas legales"... Desde ese momento, ha habido mucho más hasta ahora, todo con prescripción médica.
Niños, niñas, las drogas, del tipo que sean, son malas... hacen que des el espectáculo por donde vas... 

Beijing es una ciudad absolutamente imprescindible en nuestra vida. 
Llena de contrastes y de gente, muuuuucha gente, todos iguales...miles de chinos van y vienen por las calles, parece que sin saber a donde pero digo yo que si sabrán. Y millones de bicis, quizás más aún.


No voy a hablar de todo lo que vi porque esto sería un libro, me voy a centrar en La Gran Muralla China, que sí, es muy grande. 
Nosotros la vimos nevada, así que nos resultó una postal perfecta.
Hacía mucho frío... Se puede subir caminando por la ladera de una montaña o en un "telesilla" de verdad telesilla... Decidimos subir caminando y bajar en el telesilla... (casi más miedo que en el avión...)


Ya sabéis ¿para qué contar lo que se puede leer en el link de la wiki?

Es impresionante... enorme, robusta, importante. Kilómetros de piedra llenas de historia.
¿¡Qué nos contaría la muralla!? pues toda una vida... desde el S.V antes de Cristo... ya es vida.

Mucha gente paseando, visitando y haciéndose fotos.
Nosotros paseamos un buen rato, hasta que el frío nos entumeció las vísceras y tanta belleza nos atontó los sentidos.
De la muralla se puede decir poco, es mejor verla, admirarla mejor dicho. 
Completamente restaurada, por unos sitios en mejor estado que en otros, se ve desde muchas provincias, nosotros vimos la parte más cercana a Beijing después de un incomodo viaje en bus.
Te reciben unos guerreros completamente equipados con espadón incluido... a mi me sobra el show pero va incluido en el precio... 

Sin comentarios... 

Es muy muy muy larga pero curiosamente, no muy ancha, y a veces hasta resulta estrecha, por no hablar de algunos tramos de escaleras... la nieve tampoco ayudaba mucho. 
La muralla no se ve desde el espacio según parece, aunque... ¿por qué lo saben?... Yo si no lo veo no lo creo... 

Imaginar tantas guerras que disputó y tantas dinastías que guardó.
La cultura China, milenaria, su arte, religión, costumbres... dignas de gran respeto y estudio. Apasionante.

Tal y como la recuerdo

Antes de bajar y someternos al purgatorio del telesilla, nos tomamos un té, con ceremonia incluida... 
Tan romántico todo, tan bello, oloroso y suave té de jazmín, no demasiado caliente, seguramente a la temperatura perfecta para su degustación, pero habíamos pasado tanto frío que nos pareció un té templado.

Yo creo que también del S.V antes de Cristo.

Otra de las anécdotas del viaje, en la recepción nada más llegar (el día para mi inexistente), Jorge escuchó hablar a un chino en español con unos señores, parece que les estaba preparando excursiones.
Le preguntó y era uno de los guías oficiales, pocos, que hablaban español.
En China, en Pekín al menos, hay mucha mafia (como aquí...) y mucha gente que, sin hablar español o inglés, se ofrecen a enseñarte las maravillas de la ciudad y cobrarte cualquier barbaridad por llevarte a su terreno.
Este chico hacía lo mismo, imaginamos, pero a precios razonables y siempre sabiendo que si había algún problema, estaba localizado y teníamos su número de "carnet" ... (allí está todo fiscalizado)

Descubrí mi gran pasión: el budismo...
Cuando volví yo sólo quería dejar mi religión y consagrarme a esa maravillosa filosofía de vida de paz, relax, alimentación sana y olor a incienso... Creo que aún podía ser efecto de las "drogas" del viaje... pero en cada templo lloraba yo cual María Magdalena.
Qué sensación de paz y felicidad en cada visita.

El Templo del Cielo
No recuerdo que templo... 

Tantas y tantas cosas... Por ahora ya...
Miss A

ANEXO: Este post lleva escrito bastante tiempo, un día os cuento mi "mecánica" blogueril.
Me apetece contar una cosita que me ha pasado hoy, un par de días antes de publicar este post. Resulta que estaba de paseo con mi prima Ana, y me dice: "el otro día, una amiga me hizo saber una curiosidad. ¿Tú conoces esas tiendas que se llaman MULAYA?" "Sé de su existencia pero no sé de que son", respondí yo. Y me dice mi prima: "me dijeron que son una cadena de chinos, igual que el resto de chinos, con una estética algo más cuidada. El nombre, MULAYA se gestó en el momento del registro, el chinito dijo que la tienda se llamaría mulaya, como la glan mulaya china"
No sabemos ni Ana ni yo si es "totalmente cierto de facto" pero desde luego pega :-)



Y ahora, la segunda parte del post, didáctica de verdad, llena de conocimientos y curiosidades sobre el té.
Alicia Ocha es una experta y mi gurú del té. Cualquier cosa que queráis preguntar, Alicia es la persona indicada.
Os dejo su página profesional de FB para estar al día de todo: Speak & Tea
Gracias, Alicia, por este magnífico escrito y todos tus consejos.


"LOS TRES SECRETOS DEL TÉ" de Alicia Ocha
... el camino del té no es más que esto:
calentar agua, preparar el té y beberlo.
Sen no Rikyū (1522–1591)


Tiene cierta gracia que la primera cita que leí sobre el té resultase ser la clave de todo: “el té no puede aprenderse de un libro, sino desde el corazón”... especialmente porque llegó hasta mí a través de las páginas de un libro. Así pues, pese a la advertencia del maestro Sochi, lo cierto es que empecé a amar el té gracias a los libros.
Claro que no siempre soy capaz de disfrutarlo, porque preparar una buena taza de té requiere cierta disposición del espíritu que se diluye como la sal en el espeso oleaje del día a día cotidiano. He aquí la primera lección: el té es un amante exigente. Porque hay que tocarlo, olerlo, intuir sus secretos, para adentrarse en su universo, para “olvidar el ruido del mundo”. Si consigues preparar una buena taza de té en mitad de la tormenta, es que puedes superarlo todo.


Y es que gran parte del disfrute está en la preparación. En el descubrimiento del té que estamos “haciendo”, en la complicidad con las hojas, en el éxito de la infusión. Hay pocos momentos tan gratificantes como la emoción del primer sorbo de una perfecta taza de té.
Pero eso, ¿cómo se logra?
El primer secreto del té es el agua: si el agua no es excelente, tampoco lo es el té. Este paso es el más sencillo y a la vez el más difícil, y es que no siempre siempre tendremos a mano un manantial de agua cristalina para prepararlo.
Ya que las hojas de té necesitan rehidratarse para desplegar toda su magia, démosle a nuestro amante el mejor agua disponible (evita el agua demasiado dura o alcalina), rica en oxígeno y transparente.


El segundo secreto del té es el calor. Porque no todas las hojas de té necesitan la misma temperatura del agua para renacer.
El té verde, secado tras la recolección, se quema a más de 70ºC.
El té negro, sin embargo, necesita al menos 90ºC para desplegar su aroma.
El azul, levemente oxidado, no más de 80ºC.
Y es que no hay que olvidar que los colores del té tienen un significado, un modo de procesado que les confiere sus propiedades y condiciona su preparación.


Los chinos tienen un original método para determinar la temperatura del agua según el tamaño de las burbujas que van apareciendo en sus cinco etapas de ebullición: desde las pequeñas “ojos de camarón” (70ºC) hasta las impestuosas “torrente furioso” (95ºC).

Nunca dejéis que el agua hierva, perderá todo su oxígeno y se convertirá en “agua muerta” inútil para preparar un buen té. Las hojas del té son criaturas vivas que necesitan la dosis adecuada de oxígeno para revivir.


No falta quien se queja de que el té es amargo, y es que aún no ha desentrañado su tercer secreto: el tiempo.
Las hojas del té son, por su condición vegetal, ricas en taninos, que se disuelven en el agua durante la infusión. Según el grado de oxidación de las hojas, tendremos cuidado de evitar que los taninos pasen al agua y “amarguen” nuestra taza.
Así, los tés verdes requieren muy poco tiempo de infusión (como mucho tres minutos) frente a los negros oxidados que pueden estar hasta cinco minutos en agua antes de que sea necesario retirar las hojas para preservar la calidad del licor.


¿Y eso es todo?
Bueno, esto es todo lo que aprenderás en los libros. A partir de aquí empieza el camino del corazón. ¡Y no le faltan al té enamorados!
George Orwell escribió en 1946: “cuando leo mis propias instrucciones para la taza perfecta de té, encuentro un mínimo de once puntos importantes. Dos de ellos son ampliamente aceptados, pero al menos cuatro son altamente controvertidos...”

Y desde entonces hasta ahora, cada “teinita” ha definido sus propias preferencias a la hora del elegir y preparar su “perfecta taza de té”. Desde frescos verdes japoneses para degustar en soledad hasta afrutados Darjeeling para compartir en una tarde de verano, el té brinda a sus sibaritas un universo de olores, colores y posibilidades.
¿Ya sabes cuál es tu favorito?

Alicia Ocha

martes, 12 de febrero de 2013

Válgame Dios. Madrid

¡Ay Ay! Qué creo que he creado falsas expectativas en lo de "post calentito calentito"... OMG!! Este es calentito porque me calienta para mal... El otro post "hot hot"... el que me da que espérais mis amigas encantadoras :-) es para finales de febrero... 
Este merece la pena, el otro... puede que mis enemigos me hagan gurú :-)
Vamos con "Válgame Dios"...


La última vez que he estado en este sitio, última en todos los aspectos, Jorge me dijo al volver a casa: "¿Pero que esperabais de ese sitio? Lo que os ha pasado no es algo nuevo ahí. A mi sí que no me vuelve a pasar..."

Si es que tiene más razón que un santo... 

Después de una tarde perfecta, aunque echando mucho de menos a parte de nuestras amigas Club de Morenas, de regalos de cumples varios, tés, charletas, sorpresas y mucho cariño, sufrimos un paréntesis de Museo de Los Horrores en este susodicho, Válgame Dios, 100% prescindible de vuestra agenda por múltiples motivos que paso a contaros.


Pongo fotos por eso de amenizar la aridez de la lectura... 
Lo mismo cuando termine, las quito y pongo fotos de Trolls :-)

Una tarde de jueves otoñal, quedamos 3 buenas amigas de corazón y alma, para pasar una tarde de peluquería, cambios de imagen, cenita y mucha charla.
Por supuesto la peluquería no podía ser otra más que Navarro Estilistas, con Juanjo como perfecto anfitrión, Carlos, Moi y Kelvin los artistas y mi querida Isa de apoyo logístico y siempre atenta a mis variaciones de color de cabello... ;-) 

Esta fue nuestra llamada de guerra:

Tarde del club de las morenas: pelu, charla, champagne... 
¡qué tiemble Madrid!

Merche, Esther y yo, después trataría de unirse Vanessa, y más tarde Carol nos acompañaría en la cena. Podéis conocer a las integrantes de El Club de las Morenas AQUÍ, en un post que dediqué a mi gente en sus Momentos de Domingo.
Nos faltó Bárbara que está en Londres, ainssss ¡¡Mi Barby, te echo mucho de menos!!

Todo estupendo en la pelu, hasta nos piropearon al salir a la calle y un piropo en Chueca vale el doble... ¡¡o triple!!
Hasta que, diluviando en Madrid, decidimos ir a un sitio cercano.

Ya solo la entrada me produce cosquilleo... tanta foto de famosillos me repele (esas cosas suelen estar presentes en locales de poco caché verdadero que buscan un peso prestado con "la fama de la clientela", como las fotos de FB con famosos y/o famosillos...)


Os explico lo que nos ha pasado, dos veces, en este Válgame Dios con la vista de esta foto.
Entramos, muy monas, Merche, Esther, Carol y yo, nos dirigimos a la mesa de la derecha de la foto al lado de la columna, estaba vacía.
Justo nos sentamos e inmediatamente se levanta una chica que estaba sentada en el sofá de la izquierda de la foto. Nos fuimos hacia el sofá.
El camarero nos dijo: "Vale, un minuto que os limpio la mesa y coloco los sillones"
Mientras damos las gracias, nos quitamos los abrigos y el chico, muy amable, ejecuta lo dicho.
Nos sentamos, pedimos bebidas, tardamos un ratito en decidirnos: copa de champagne, un bloody mary, una cerveza y un cocktail sin alcohol.
Pedimos la carta para cenar y el chico nos dice que nos trae las bebidas de inmediato.

Todo perfecto...

Dudamos, pensamos que pedir... Nos decidimos por varios platos para el centro y compartir mientras charlamos.

Con todo esto quiero decir que tardamos un ratito.

Mientras nos traían las bebidas, Merche y yo recordamos nuestra última experiencia en este local...
Nos echaron, literalmente, de nuestra mesa sofá, estábamos con nuestras bebidas y algo de comida... porque la mesa estaba reservada por otra gente. No nos dijeron nada de eso al sentarnos y pedirnos la comanda...
Aquella vez estábamos Merche, Vanessa y yo, llegó Jorge y se le puso muy mal carácter al "ser echado" por una tipa muy desagradable con cara de vinagre, a pesar de que ella se piensa monísima e ideal de la muerte.. ¡Ay, mona, qué confundida estás! Eres fea, chiquilla, fea y mal educada. Si fueras agradable seguramente la expresión de tu cara cambiaría y serías mona, pero no, por ahora no lo eres.


Se me va el santo al cielo...

De repente, cuando la conversación comenzaba con "dimes", "diretes" y demás fluctuaciones de conversaciones importantes entre amigas y el camarero comienza a preparar nuestra comanda, vemos llegar a la señorita de cara avinagrada con complejo de "ángel de charly de la era moderna", y con su cara avinagrada nos dice, MIENTRAS COLOCA UN CARTELITO DE "RESERVADO" en la mesa, que está reservada para un grupo que va a cenar.
Con sonrisa y educación le decimos que nos ha sentado su amable compañero, habiamos pedido la comanda y nosotras también vamos a cenar.
Sin educación y con bastante menosprecio por su compañero, nos dice que él no puede sentar a nadie, que es ella quien se encarga y que nos tenemos que levantar y sentarnos en la barra si queremos.

Por supuesto no queríamos sentarnos en la barra y mucho menos queríamos ser tratadas de aquella manera por alguien con tan poco respeto por el trabajo de sus compañeros... y la clienela...
Así que, nos fuimos.
No sin antes dejar constancia de la estupidez que cometían (teniendo en cuenta que había otra mesa de 4 en la que podían sentar a los que vinieran, y no perder DE POR VIDA a 4 clientas, con tan mala suerte, mira tú, que una de esas clientes, yo, tiene una mala leche terrible)


Merche acertó de lleno en el re bautismo del local, desde ahora y para siempre será "vayapordios".
Enfadadas (y con hambre y sed) nos fuimos a otro sitio muy cerca de allí y que debió de der nuestra primera opción desde el principio.
Pero ese otro sitio será objeto de otro post.

Para ser completamente sincera con vosotr@s, mis qerid@s, en el fondo me puse muy contenta... Gracias a Dios, no hay muchos sitios dignos de la etiqueta Museo de los Horrores... así que se me hizo la boca agua pensando en este post :-)


Una vez, no hace demasiado tiempo, una conocida que se dedica al mundo blogueril, puso en TW que no le gustaban los blogs polémicos y que su blog era de un estilo guay porque siempre habla bien de todo... estilo que te cagas debe de ser.
Si no me gusta como me tratan, lo digo, me voy y si tengo posibilidad, como es mi caso, advierto.
¿Por qué ir a un sitio que te tratan mal si hay millones de sitios deseando tratar bien a su gente y hacer nuevos clientes?
En mi caso se llama ser asertiva, en el caso de mi conocida "buenrollista" debe de ser tenerse en poca estima.

Por otra parte, otra de mis conocidas, con blog también y CM (Community Manager, lo que viene siendo vendedor de toda la vida pero que ahora se encargan de vender el local o negocio en el mundo 2.0, a grandes rasgos...) de varios locales de restauración y ocio de Madrid, me dijo que le parecía fatal que la gente hablara mal de los "sitios", que no éramos conscientes del daño que hacíamos, y que a lo mejor "el error en el trato o en la comida" era fruto de "un mal día" de alguien del personal del "sitio"...
¡Hay que joderse! (con perdón)

Me suscita tanta revolución de mente semejante imbecilidad, que me daría para hacer un post sólo dedicado a ese tema...


Resumo: me tratan mal en un bar, restaurante... y me tengo que callar para no dar al traste con la fama o no fama del sitio, pobres...
Si un médico tiene un mal día puede provocar una tragedia, si un abogado tiene un mal día y se deja pasar un plazo puede hacer que su cliente cometa un delito, si un juez tiene un mal día y la caga en una sentencia puede condenar a un inocente (que para mi es peor que dejar libre a un culpable), si un actor tiene un mal día la crítica lo defenestra, pero si un camarero, cocinero o simple "sentadora de clientes en mesas" tiene un mal día, me tengo que callar por no dañar la imagen del local y por supuesto pagar la cuenta, dejar propi y sonreír al personal para que no se depriman por su duro trabajo.
¡Hay que joderse! Ya lo he dicho pero pega volver a decirlo.

Por todo esto, porque la comida del local no es muy allá y por dar cabida a tanto famosillo para envolverse con su fama, Válgame Dios mejor conocido como Vayapordios, merece sitio de honor en mi Museo de los Horrores.

Ahora la foto más apropiada.
Cuidado con los malos días.


Con Dios:
Miss A

martes, 5 de febrero de 2013

Bally, Esquire y El Hombre. Madrid


Hoy toca hablar de una curiosidad que observo hace un tiempo y que me toca mucho la moral: las tiendas que se dedican al hombre, cuidan y fidelizan mejor a sus clientes que las tiendas dedicadas a la venta femenina, que no quiere decir que vendan mujeres sino que sobre todo se dedican a la venta de ropita y cosas varias para la mujer.

Claro ejemplo es el que nos ocupa: Bally, casa de lujo en marroquinería masculina por excelencia, aunque también tienen cosas chulas para nosotras. 
Jorge es cliente de Bally desde hace un tiempo. Sus zapatos de trabajo son hechos a mano y a su gusto exacto en la casa.
No os perdais la web de Bally porque es un regalo para los sentidos.

También es cliente en Ermenegildo Zegna, donde se compra alguno de sus trajes más exclusivos, camisas y alguna que otra cosa.


En estas dos tiendas guardan su ficha con mimo, conocen sus gustos al detalle, le llaman por su nombre en las pruebas, en el cobro, le acompañan a la puerta y siempre están encantados de volver a verle. Es un placer entrar en estas tiendas y que el trato sea tan exquisito.
Curiosamente, en Zegna soy yo la que suelo comprar para él, elijo, pago los regalos, pero es él el que tiene la ficha y al que conocen por su nombre, cosa que me encanta y me hace pensar, pero de esos pensamientos míos hablaremos al final de este post :-)

En diciembre, invitaron a Jorge a una fiesta muy original en la recién inaugurada tienda de Bally en la calle Hermosilla del madrileño barrio de Salamanca,
La revista Esquire rendía homenaje al hombre Bally.

Portada Esquire España Diciembre

Un evento fantástico con gente divertida, guapa, amigos y clientes de la tienda y Esquire.
"Reseñable" las piezas que Esquire eligió como prendas Top del hombre Bally/Esquire: juveniles con importancia y carácter.

Un maestro de la marroquinería de la casa suiza, un experto "limpia calzados", retrospectiva de los zapatos en la historia Bally, unas bolsas ideales de la muerte con velas preciosas, un dj muy agradable, fotos, palabras amables y, muy a destacar con matricula de honor, el catering de 5 estrellas de El Escondite, altamente recomendable si tenéis reuniones, fiestas, compromisos... ¡¡Deliciosas exquisiteces!!

Algunas de las viandas. Fotos de El Escondite.

Como anécdota maravillosa, encontrar a una amiga de hace tiempo, Maima. Nos perdimos la pista después de un par de años de trabajos llenos de glamour, gente muy famosa, pij@s, futbolistas y ¡EDAMAME! jaja no sé si Maima recordará el pequeño detalle de los camerinos con edamame y hamburguesas del McDonald's :-)
Maima Gómez-Gracía Mengotti es la directora de catering El Escondite, poneos en contacto con ella.


Total, que la noche fría de Madrid fue agradable y templada en Bally.
Por supuesto, nadie nos invitó como bloggers ni para que se hiciera un post (ni del evento ni de la tienda, hay cosas que no se necesitan) 
Jorge fue invitado en calidad de cliente y yo, simple acompañante:-)
Yo hago post para poner una foto que me encanta... y para explicar unas reflesiones finales. 

Hete aquí que, cosas de la vida, me confundieron con una periodista de RTVE y fue una sorpresa descubrir que nos sacaron en la revista jejeje.
Salir en Esquire no tiene precio pero salir porque te confunden con alguien ¡¡NO SE PAGA CON NADA!! A mi ego y a mi nos importó la confusión entre cero y nada, seguramente nunca más en mi vida tendré la oportunidad de salir en Esquire... Espero que en nada la oportunidad la tenga en YoDona, Telva, Vogue y si Dios y las musas lo quieren: Fotogramas y la revista Teatros.

Jorge y yo en Esquire... ¡¡Woww!!
Con educación agradecí a la dirección de la revista el detalle de la fotaza e indiqué que yo no era la periodista de RTVE  sino Azucena Alonso, actriz, directora, dramaturga y, para mi sorpresa, lo corrigieron. Evidentemente si no es por esa confusión, nunca hubiéramos estado en la revista (aunque Jorge dice que sí porque éramos los más guapos... jaja. Su ego si es grande...)
Y en el número 59 de enero de 2013 ;-) 

Sin ninguna duda y si el presupuesto lo permite, os recomiendo pasar por Bally para próximos regalos a papás, maridos, novios, amigos del alma y hermanos; para amantes jamás, fidelizan al máximo y se quedan con el toque de todo ;-) jaja aviso por si acaso...

Y a mis amigos lectores masculinos, ya estáis tardando en pasaros por Bally, tienen unos bolsos perfectos para enamorar aún más a vuestra esposa o novia y agradecer a mamá lo maravillosa que es.
Hay para todas las economías (más o menos) y gustos.


Y aquí comienzan mis pensamientos y reflexiones sobre las diferencias "toca morales".

Desde hace algún tiempo soy adicta visitante y, por supuesto compradora, de algunas tiendas de las llamadas "de lujo" de Madrid (también en otras ciudades pero vivo en Madrid y es aquí donde más compro)
No diré nombres, poco importan en este post.

Sobre todo compro bolsos, zapatos, botas, carteras... para mi o para Jorge.
Camisas, trajes, corbatas y complementos varios para Jorge.
Regalos, pañuelos, accesorios varios, falditas, camisetas algún que otro vestido para mi o para regalar a familiares de primer grado y/o amig@s de íntima proximidad.

Una de mis fotos 10 sita en la tienda Bally de Madrid

No es nada nada polite hablar de dinero ni cifras ni bla bla, así que, da igual lo que pague o deje de pagar, la cosa es que en ninguna tienda en las que compro cosas para mi o familia o amig@s saben mi nombre, ni tienen mi ficha, ni nada de nada.

El trato es siempre excelente desde que entra un cliente habitual o potencial por la puerta, educación al máximo, atenciones, buen servicio... peeerooo de una manera completamente anónima.
Y me pregunto yo: ¿por qué esa diferencia tan enorme entre las tiendas de venta inminentemente de caballero con las que casi todo lo que venden es para damitas?

Mi apuesto esposo concluye a mis idas de olla diciendo que, generalmente, las mujeres compramos y ya, no necesitamos que "nos compren" y los caballeros no son fieles en sus compras, es decir, si se lo ponen fácil vuelven, si no, no vuelven.

Si hago balance, creo que he dejado en algunas de mis  tiendas favoritas de Madrid unas 5 o 6 veces más dinero que lo que dejamos en Bally o Zegna, sin embargo, en Bally y Zegna el trato es como si fueras el cliente más selecto y caprichoso de la tierra.


Hmmmm no me importa demasiado pero me llama la atención.
Hay un dato curioso, tanto Bally como Ermenegildo Zegna, no pertenecen a ningún "emporio" de venta de lujo, es decir, no pertenecen a los DOS GRANDES padres del lujo mundial:
- Grupo LVMH (Moët Hennessy Louis Vuitton). A este imperio pertenecen marcas como Louis Vuitton, Hennessy, Möet Chandon, Dior, Aston Martin, DKNY, Fendi, Givenchy, Gucci, Loewe e YSL entre otras muchas. Sus dueños son la familia Arnault.
Grupo PPR (Pinault Printemps Redoute) cuyo presidente es Françoic-Henri Pinault, uno de los hombres más ricos del mundo en cuyas garras encontramos Puma, Gucci, Balenciaga,  la divina casa de subastas Christie' s y muchas más.

¿Será que los señores del lujo no cuidan demasiado ya no sólo su calidad sino tampoco a sus clientes?

En la cara opuesta de la moneda, nos encontramos la casa Hermès, única marca de primera. Es la casa que está a años luz de todas las demás consideradas de lujo. A esta pequeña gran Hermès dedicaré un post especial, tuve el placer de conocerla desde dentro gracias al joven director de compras de Hermès Ibérica.
Cada vez que entro en la madrileña tienda de Hermès de Ortega y Gasset, el mundo se para un poco (os contaré una anécdota)

Ego fotos :-)

Estas ego fotos las pongo porque están hecha en la tienda Bally de Calle Hermosilla, la noche de la VFNO.
Me encontré allí con una bellísima amiga, Mónica, del blog Tinkerbell's Journal 

No fui porque sí, normalmente no voy a nada por nada. Jorge había recibido la invitación de Bally en la VFNO para la presentación de varias prendas en exclusiva para esa noche.
Me enseñaron las nuevas prendas, me aconsejaron, incluso me invitaron a probarme unas botas y unas bailarinas de ensueño... y para la foto, quisieron ponerme un bolso de su nueva colección valorado en varios miles de euros de 5 cifras.

No recibí invitación de otras tantas tiendas, incluidas la de mis zapatos o mi hiper fashion luxury falda de la foto.
;-)
Sí recibí invitación de mi querida María López-Linares de Vintage By López-Linares. Pero en el caso de María, su elegante saber estar y cuna son apellidos de la casa.

Sin más, mi Dolce Far Niente y yo nos despedimos por esta semana. La próxima toca post calentito calentito...

Miss A

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