Paper Moon. Madrid

Llevo unos cuantos días preparado esta entrada y al final no publico nada de lo que tenía escrito

¡Qué cosas!

Resulta que no hace mucho conocí a una persona encantadora, gran profesional, empática, buena gente... Me gustó mucho,  hoy para mi es una persona Amiga. 

Y tras hablar, contarnos y bla bla, me invitó a cenar en un restaurante de Madrid y así yo le hacía un post.

Sentimientos encontrados en mi.

Bueno, primero mi experiencia en este restaurante Paper Moon y luego una conclusión.

Como siempre digo, no voy a contar por aquí lo que se puede leer en las webs, wiki o San Google mucho mejor de lo que yo pueda contar, así que, echad un vistazo a la página de este italiano sito en la Calle Concha Espina de Madrid.

Fotografía propiedad de la web de PaperMoon

La entrada de la calle desconcierta, subes unas escaleras, caminas hacia un soportal y tras unas cristaleras está este restaurante.

El menú de la cena estaba predefinido, nos invitaban a unos cuantos "bloggers" a lo que imagino eran los platos estrella o lo más demandado de la carta. 

Todo lo que yo probé estaba delicioso, muy bien presentado, ingredientes cuidados y muy buena calidad. 

El timming entre los platos correcto, la atención delicada y el servicio cuidado. No sé si siempre es así o era esta cena por estar una persona de la casa con gente que hablaríamos del restaurante, así que no puedo hablar 100% de mi experiencia como cliente que es lo que me mola (y por eso toda la explicación después en lo que será, sin duda, motivo de polémicas, amores y odios una vez más... Bueno... hay gente polite y gente que no lo somos) :-)

La burrata estaba deliciosa, el risotto de alcachofas y langostinoss muy muy bueno, en su punto de 10. 

Las pizzas para una no "comedora" de pizzas... pues que voy a decir... Probé un poquito de una y el sabor era bueno ¡¡es que no me gusta la pizza salvo muy contadas excepciones!!

Quizás este sea un detalle para dar por buena una pizza: a una no "pizzera" le gustó :-) 

Sin duda por los comentarios de los comensales deben de ser excelentes. Es un restaurante italiano así que seguro que las pizzas son uno de sus fuertes, que sean al perfecto gusto de los exquisitos italianos con sus pizzas, eso ya no lo sé.

Tiramisu

De postre un delicioso tiramisu y una fínisima tarta de manzana en masa de pizza con helado de, creí adivinar, nueces de macadamia (a lo mejor era vainilla...) hechos en la casa, muy ricos.

Ellos apuestan por el tiramisú como su postre estrella, yo me inclino más hacia la tarta de manzana, realmente muy buena y en su punto. 

He leído en el twitter de @PaperMoonMadrid que si eres follower y haces RT de sus twees te invitan al postre.

Mi experiencia con la comida fue muy buena, asustada como iba por este "post de encargo" y me agradó mucho mucho la calidad de todo lo que probé.

Sin duda, venir de la mano de uno de mis restaurantes top ten de Madrid: Pandelujo (al que le dedicaré post, ese sin ser de encargo, lleva escrito mucho tiempo y lo pondré cuando sea oportuno) es garantía de, cuanto menos, buen hacer. PaperMoon pertenece a los mismos empresarios que Pandelujo.

Tenía pensado hablar del decorador de este restaurante,  Daniel Freixes, de su historia y bla bla, pero he visto que ya lo hacen otros blogs y en la web lo explican perfectamente.

Sin duda muy buen restaurante italiano de precio asequible para todos los bolsillos.

Y ahora hacemos un PUNTO Y APARTE. Y en este apartado, hay dos fotos que me gustaría que vierais bien y fuerais, si tenéis tiempo, al link. Son de mi gran amigo Manu. Ya he hablado muchas veces de él y lo seguiré haciendo. Tiene el mejor blog de cocina que yo he visto; en realidad, para mi es el mejor blog del mundo: Cocinando con CatMan.
Tiene una clínica veterinaria en Mallorca que hace las delicias de las mascotas mallorquinas ¡¡un lujo!!
La Ribera Veterniaris. Gracias, Manu, por las fotos de la azucena y la gardenia, lo más bonito de este post.

Todo lo que viene a partir de aquí, nada tiene que ver con PaperMoom, ni su excelente comida, ni con la persona que me llevó a esa cena.

Este blog no es de "comidas" ni de decoración y ni que decir tiene que tampoco es de moda ni modas...  sino de experiencias, así que, voy a contar la mía, a grandes rasgos.

Podéis dejar de leer el post todos los que tengáis interés cero en saber un poquito más como soy.

Pues resulta que eso, una gran persona y gran profesional, me invita a cenar con un grupo de bloggers a un restaurante para que haga un post.

Primera y última vez. 

Fotografía cortesía de ManuCatman

Suelo hablar de lo que quiero y lo hago como quiero, cuando quiero, porque quiero... 

Suelo hablar de cosas que me gustan mucho, mis Dolce Far Niente, sitios especiales PARA MI, para mi gusto, mi manera de ser ... o de los Museos de los Horrores (pocos) que me he encontrado, en esta categoría solo entra "gente" que va de lo que ni debe ni puede ir: pretensiones, abusos, descortesías...

Hay muchas cosas que ni fu ni fa, los "ni fu ni fa", las cosas "normales", lo de siempre, el "uno más" no forman parte de mi Dolce Far Niente, ya he dicho varias veces que aquí sólo hablaré de la parte más frívola de mis experiencias de vida, que es lo que para bien y para mal, más me divierte (lo otro, el día a día, el sacrificio, el trabajo, la solidaridad... lo que puede pensar la gente que no tengo, sólo le interesa a la gente que sabe que lo tengo) 

Hay muchos blogs que hablan de restauración, de cocina, de decoración... Guías de restaurantes, bares, vinotecas, pubs, gastrobares... 

Hay muchos bloggers que trabajan por encargo siempre, a veces o en ocasiones... Hay bloggers que llaman a restaurantes para ser invitados y hacer post o que los llaman y les invitan para que hagan post

Hay bloggers que cobran por hacer post en webs muy reconocidas (la mayoría querrían) los hay que hacen post de los sitios que descubren con amigos... con la familia... cada uno es un mundo.

Yo no escribo por encargo, ni llamo, ni me llaman, ni cobro, ni me invitan... Escribo de lo que me gusta, muchas veces obviando con total conocimiento al 100% de lo que como para resaltar otros aspectos que me atraen mucho más y que hacen a los sitios DIFERENTES.

Y para rematar, mis Dolce Far Niente suelen pertenecer, salvo contaditas ocasiones muy especiales, vivencias que comparto con Jorge, mi mitad, mi otro yo y con gustos similares, mi vida.

De hecho, creo que el apellido de Dolce Far Niente de los sitios, se lo pone el haberlos compartido con Jorge, así que, cenar con un grupo de gente que no conozco, hablando de cosas que, con perdón y pidiendo mis disculpas a todos mis compañeros de mesa del miércoles 11 de julio en PaperMoon, nos interesa a todos entre poco y nada, no es mi concepto de Dolce Far Niente.

Además de la sensación de no gustarme hablar de lo que no experimento en condiciones óptimas, sentarme a cenar con un grupo de bloggers...  no es lo que más emoción me produce.

Yo soy Azucena, Azu para amigos y allegados de cariño ( y Azun para mi Carolina Bornay, dueña de los mejores helados de España: Bornay) no soy blogger ni bloguera, sólo escribo en un blog.

Doblo la edad (y la experiencia) a todos los que fueron comensales junto conmigo en esta cena PaperMoon.

He vivido en muchas partes, he viajado por más de medio mundo, mi nivel de exigencia (debido a  una serie de circunstancias que son sólo cuestión de la vida y que soy agradecida de corazón a ellas) es diferente al de mucha gente, no digo ni mejor ni peor, digo diferente.

No me entusiasmo por los regalos interesados, a cambio de algo, no me gusta el interés (da igual el valor del regalo y el interés buscado)
Valoro los regalos hechos de verdad y con amor y adoro regalar porque sí.

No espero que nadie me invite a nada.

No es mi intención que me consideren nada, no soy más que nadie, no soy menos tampoco, no hago nada esperando un reconocimiento ni una reputación de nada.
Espero que se respete y se valore mi trabajo NO A MI.

La vida, que no es más que una sucesión de cosas que pasan con los años (y yo tengo muchos) me ha enseñado a ser agradecida por un lado y a pasar de todo lo no importante por otro, y por supuesto, me queda, espero, mucho por aprender y mucho tiempo para seguir discerniendo entre lo importante y lo accesorio.

Y por otra parte, la unión de mis circunstancias personales y la vida hacen que haya cosas que me "aloquen" más que otras.

Muy fácil. 

Me muevo, en Madrid por ejemplo, entre el Glass bar, Ramsés, Piu di Prima, La Terraza del Casino, Ritz, Tomate, Lucy Bombón... por poner ejemplos muy conocidos. 

Una invitación a cenar en un restaurante lo agradezco enormemente, pero no me produce una emoción de muerte, así que puedo hablar de ese restaurante en términos objetivos.

Si me invitan con Jorge a un crucero en un yate privado de 20 metros de eslora de una semana por la costa francesa con 5 personas en la tripulación, Johnny Depp Sparrow por capitán, menaje de Limoges, interiorismo de P. Starck, restauración de Ferrán Adriá y mil cosas más de las que a mi me parecen de 10 y seguramente flipo en colores... Pero estoy segura de que Richard Branson, Donald Trump o la heredera del Imperio Onassis (prefiero obviar a la heredera del Imperio Hilton...) hablarían con mucha mayor objetividad y siendo capaces de comparar con otro tipo de cruceros, por ejemplo por el Egeo, las Islas Caiman o la Polinesia.

Fotografía cortesía de Manu CatMan

Es como meterse en un Corsa (mi coche de joven) un Mini (mi coche actual) un Aston Martin (mi próximo coche)

O como comprar en Primark, H&M, Mango, Zara... Pasar a Purificación García, Adolfo Dominguez, Roberto Verino... Y terminar en Prada, Armani, Dior o Missoni.

Todo va con la vida, suerte, experiencias, gustos... Edad.

Conclusión: Mi blog es y seguirá siendo de mis Dolce Far Niente. Hablo de lo que quiero, como quiero y cuando quiero.

Hay gustos para tod@s y no quiero gustar a tod@s porque sería tremendamente aburrido que tod@s tuviéramos los mismos gustos.

Y después de esta declaración de principios, quien quiera entender que entienda el post y quien no quiera no es mi problema (yo, como siempre, haciendo amigos... jajaja)

Eso sí, estoy segura de que a tod@s nos gusta que nos respeten, respetemos los gustos de unos y otras y las maneras de ser de estos y aquellos.

Un placer

Miss A