martes, 16 de agosto de 2016

Tatel




Tres fotos. Así, de entrada. 
Tres veces me he puesto a escribir sobre Tatel y tres veces me ha interrumpido Coco Miss Mundo, mi gata maravillosa por supuesto adoptada...

Escucho o leo Tatel e inmediatamente mis neuronas recuerdan imágenes divertidas, siempre he ido con gente a la que adoro, siempre ha estado lleno de comensales guapos y siempre me lo he pasado bien. Mucho siempre en poco espacio... 

Tatel es el restaurante de moda en Madrid, lo curioso es que lleva siendo de moda dos años,  impensable para Madrid y más impensable aún para un restaurante, pero es que es un espacio cuidado al máximo. Sus propietarios, hombres que sin ser de la moda llevan de moda tiempo: Rafael Nadal, Paul Gasol y Enrique Iglesias, mola ¿sí? ¡Sí! 
Ya sabéis, para leer de manera inequívoca sobre Tatel, picad Tatel :-) 

Resumiendo: local súper actual con una decoración de los gloriosos años 20, con el mejor servicio que yo he disfrutado en mucho tiempo en Madrid ( mira que flojea este punto en Madrid en particular y en España en general) música en vivo, gente mega guapa, deliciosa carta, una coctelería de primera y, y, y rincones a cada cual más cuco para ir más de tres y cuatro veces. 

Esta vez, los colores son de la paleta del otoño, perfecto para mi. Envolvente y sugerente a partes iguales. 
Un guiño a la estación verdaderamente romántica y creativa; la primavera está sobrevalorada... 
La estación de las mentes soñadoras y los sueños suelen estar hechos de colores ocres, beige, dorados, con algún toque turquesa y adamascado como el propio Tatel. 

Abierto de la mañana a la noche, con momentos para el brunch, un aperitivo, la hora del té, una merienda cena, cena al uso y copas hasta la madrugada.
El brunch de Tatel es una asignatura pendiente pero en breve iré, os contaré. 



En Tatel la experiencia anímica es maravillosa, te sientes bien, cuidado y guapo, eso es importante para mi, una ya va teniendo una edad... incluso dos, y lo de sentirte cuidado y guapo, guapa en mi caso, es un detalle que no debo dejar pasar por alto, últimamente le doy más importante a ese detalle que a la propia comida, total, voy a comer verduras vaya donde vaya... 

El caso es que he ido a Tatel en circunstancias anteriores a mi veganismo ( aunque cuando fui las primeras veces ya no comía carne) y sigo yendo ahora que mi petardez no sólo exige un 10 en viandas y servicio sino también en que esas viandas no contengan ninguna clase de animal ni derivados, yo no como animales, no, no, no. 




La carta de Tatel es extensa con mesura, es decir, tiene el suficiente número de platos para deleitar a todos los paladares gustosos pero no te hartas de ver nombres sin saber si decidirte por uno u otro.
En mi caso, siempre me dejo aconsejar :-) Les pido que me hagan lo que consideren que puedo comer sin que pese sobre mi el maltrato animal.

Mis habituales: 
- El salmorejo, sin jamón, de los mejores que he comido. Voy a empezar un ranking de salmorejos :-) Al ser un fijo en mi menú fuera de casa, me estoy haciendo una experta, 
- Las alcachofas deliciosas, sin jamón, las verduras son siempre de primera. 
- La ensalada de quinoa, para mi sin queso feta, muy buena y sobre todo bien realizada, con la mezcla perfecta de ingredientes. 
- Mango... ¡Que voy a decir de un mango exquisitamente cortado y al punto de maduración! Pues que lo pidas.

Para los vegetarianos no estrictos, la tortilla trufada es un must imperdible, yo dejé de pedirla hace más de un año ya, pero la recuerdo como exquisito manjar para los sentidos.
Las croquetas un pedacito de cielo que se deshace entre las papilas gustativas.



En Tatel, como ya he dicho, me siento guapa... 
Quizás tenga que ver en esto sus cocktails... Imposible pedir uno solo así que, después de un par de cualquier combinado al gusto que pidas, no necesitarás ni botox ni photoshop, la sonrisa en tu cara te hará ser la más bonita o el más bello del reino, porque, sin duda, de un reino de bellezas se trata este Tatel. 

Un cotilleo de vampira: tienen una ventana indiscreta... Ssshhhhhh no se lo digáis a nadie... Id y haced buen uso de vuestro punto voyeur...

Quizás, sólo quizás porque no le he dedicado el tiempo suficiente en mi exigencia a pensarlo, echo de menos una terraza abierta, tomar una copita disfrutando de las luces del Paseo de la Castellana a la distancia suficiente como para no agobiarnos con el ruido del Paseo de la Castellana puede tener su vuelta y media de encanto, aunque, puede que no... La manía anti glamour del cigarrito echa para atrás cualquier intento de respirar mientras degustamos nuestra elección culinaria. 

Por otra parte, este Tatel tiene un puntito de horterismo creciente. Dado que es pura moda, precio medio alto, situación perfecta para que el bendito EGO engorde sin necesidad de comer... Resulta tremendamente irritante la colección de estulticia con piernas, enfundadas de lo más chic casi siempre, eso sí, que se aposta en la puerta dejando de lado su esperada educación ( al ir enfundados tan chic, que menos que se note el colegio de pago y la Universidad privada) y luchando por ver quien la tiene más larga... la estulticia, digo... 
Este momento esperar que te traigan el coche, echa por tierra toda la bonita experiencia gastronómica y sensorial vivida. 


Pero bueno, pasando por alto eso de tener que salir por la misma puerta que un montón de EGOS con piernas, el restaurante Tatel está en mi lista de los valores seguros para quedar como una perfecta Cicerón de la calidad de la cocina y el diseño madrileños. 
Para una vegana enamorada del Dolce Far Niente y los rincones con glamour, esta propuesta es perfecta, la diligencia y buen saber hacer de todo el personal de la casa hacen que me guste volver una y otra vez.
Así que, amigas, tacones, una bonita sonrisa y a la orden cuando queráis para ir a saborear cualquiera de los cocktails de la carta del maestro coctelero. Amigos, si os apetece, ya estoy en edad de dejarme invitar. 

¡Os espero! 
Miss A

PS: Todas las fotografías de este post han sido robadas sin miramientos y con nocturnidad de la red social pública Pinterst. 

8 comentarios:

  1. Tengo muchísimas ganas de ir, de este otoño no pasa.

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  2. Tomo buena nota de todas tus recomendaciones para mi próximo viaje a Madrid. Viniendo de ti estoy segura de que es todo un acierto.

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    1. ¡Gracias, linda! Si quieres, copa y charla en Tatel en tu próximo viaje :-)
      Besos
      Miss A

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  3. ¡Enhorabuena Miss A! Regresaste en modo VEGAN, una excelente noticia el poder disfrutar nuevamente de tu amena escritura.
    Un beso grande.

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    1. ¡Querido amigo Fernando! ¡Que ilusión verte por este DFN Vegan! :.) :-) Un poco loco y muy sincero ahora el DFN

      Muchas gracias por tus visitas y tus comentarios.
      Un beso enorme
      Miss A

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  4. Tiene muy buena pinta el ambiente de Tatel!!
    A veces hay que sacar a pasear ese poder de seducción que llevamos dentro!!
    ;)
    Besos!!!

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